¿De qué manera las emociones influyen en nuestro organismo?

Por: Dra. Ivette Perdomo, Médico General, Acupuntor
Recuerdo cuando estaba dando clases en el máster de acupuntura para médicos que cursé hace unos años. Uno de mis profesores, cuando nos comenzó a impartir la clase sobre las emociones, hizo referencia a una antigua leyenda china en la que un maestro le daba la noticia a su alumno que había aprobado con éxito todos los exámenes exigidos y por tanto obtendría su título profesional.


Cuando el alumno recibió tal noticia su emoción fue tan desmesurada, que el profesor al ver su reacción le dijo entonces: “pero esa era la buena noticia, la mala noticia, es que ha llegado un telegrama de tu pueblo diciendo que tu padre ha fallecido”; como podrán imaginar, toda aquella emoción bajó de golpe y el alumno salió corriendo a su pueblo. Luego de unos días regresó y lo primero que hizo fue ir en busca de su maestro, para pedirle una explicación, ya que al llegar a su pueblo, su padre no sólo estaba vivo sino en perfecto estado de salud; entonces, su profesor le respondió: “ fue tal tu reacción de emoción al recibir la buena noticia, que tuve miedo que afectara a tu corazón y por ello quise compensarlo con un sentimiento contrario para equilibrar las energías”.
No recuerdo si esas fueron las palabras exactas que utilizó mi profesor, pero es la idea del cuento. El caso es que realmente, las emociones tienen una repercusión impresionante en nuestro estado de salud, lo que no sólo es conocido por la medicina tradicional china (MTC) desde hace mas de 5000 años, sino que la ciencia moderna cada vez demuestra más como nuestro estado de ánimo altera una cantidad de sustancias en nuestro organismo, trayendo luego consecuencias para el mismo, tanto para bien, como para mal.
Otra cosa que no olvido es una frase que dijo mi profesor y es que para la medicina tradicional china nuestro ser es como un vaso y decidimos de que lo llenamos, en que cantidad y por cuanto tiempo, no fueron esas sus palabras exactas, creo, pero nuevamente esa es la idea que capté.
Todas las emociones son buenas, lo que nos perjudica realmente es la intensidad en las que las sentimos, el tiempo que llevamos sintiendo la misma emoción o si la reprimimos y por cuanto tiempo. Como ejemplo podemos poner un florero, si lo llenamos de agua a un nivel adecuado, nunca llegando al borde, podemos decir que el agua cumplirá su función de mantener las flores en buen estado y todo estará bien, si ponemos muy poca, probablemente se secará muy rápido y las flores se marchitarán pronto, si sobrepasamos el límite se desbordará y causaremos un caos. Por otro lado, aunque el nivel de agua sea el apropiado, si la dejamos mucho tiempo en el jarrón sin cambiarla, el agua luego se tornará en mal estado siendo perjudicial para las flores. Creo que es una forma muy fácil de entender, hasta que punto afectan nuestras emociones a nuestra salud.
Lo curioso también, es que desde el punto de vista de la MTC, no solo se puede afectar un órgano debido a una emoción, sino que también, cuando el órgano tiene un padecimiento y su energía o el fluir de la misma está alterada, ello repercute en el estado de ánimo de la persona.
En la MTC, a cada órgano macizo se le adjudica una emoción, con una excepción, la vesícula biliar, que siendo hueca también rige una emoción. Al pulmón se le relaciona con la tristeza y la desesperación, es decir, una persona que se encuentre viviendo una situación personal que le genere tristeza y/o desesperación, puede alterar la energía del pulmón y éste puede enfermar; así mismo, cuando una persona por otras causas está enferma del pulmón, puede desencadenar un estado de ánimo tendiente hacia la tristeza y desesperación. Al bazo-páncreas se le adjudica el pensamiento, la reflexión, cuando una persona se obsesiona con un pensamiento rumiante, termina afectando a éstos órganos y en consecuencia al estomago y viceversa, cuando dichos órganos están desequilibrados pueden producir en la persona pensamientos obsesivos. Por otro lado, la emoción que rige el riñón es el miedo y el terror en el peor de los casos, por tanto estas pueden desequilibrar al riñón y como ya hemos mencionado, un riñón enfermo, por ejemplo con una insuficiencia renal, terminará causando miedo o terror en la persona. Un órgano muy afectado por las emociones en estos tiempos es el hígado, se dice que éste prefiere una sensación de felicidad, de bienestar, más bien, y si hay algo que lo desequilibra mucho es la ira, la irritabilidad, la frustración, emociones que solemos mantener activas por mucho tiempo gracias a la vida tan consumista, competitiva y acelerada que llevamos, sobre todo en las grandes ciudades; no está mal enfadarse, pero sin sobrepasar los límites y hay que dejar que fluya y se vaya la ira tan pronto como llega, tampoco es bueno tragarse estos sentimientos y no expresarlos ya que la energía del hígado se estanca y causa muchos males; lo ideal es aprender a canalizar esas emociones. Cómo ya sabemos, también una persona con un hígado enfermo, puede generar una actitud irascible e irritable en la persona. Por último diremos en resumen que el corazón rige la alegría de vivir, el como nos relacionamos con los demás y el discernir el bien del el mal, la energía de éste junto con el cerebro rigen nuestra salud mental, por tanto una alegría desmedida o un estrés muy grande, así como el desequilibrio de los otros órganos terminan afectándole y a su vez nuestra salud mental.
Para concluir, podemos decir que nuestra salud mental y en ocasiones la física dependen en gran medida de pasar por todos los estados de ánimo pero sin quedar retenidos o absortos por alguno de ellos. Hay que aprender a convivir de la mejor manera con nuestras emociones bailando con ellas no luchando contra ellas, utilizando una buena inteligencia emocional. Y cuando no ha sido posible, porque somos humanos y no podemos controlarlo todo, para eso tenemos la acupuntura y otras técnicas terapéuticas, que nos ayuda a devolver un poco el orden que ha perdido el flujo de nuestra energía y recuperar la salud perdida, siempre dentro de los límites de lo posible.


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