Logopedia ¿Cómo detectar cuando un niño la necesita?

El desarrollo del lenguaje no es igual en todos los niños. Por eso es importante estar pendiente de cómo éste va evolucionando, ya que es una herramienta esencial para su aprendizaje y que le va a acompañar a lo largo de la vida.

¿Cuándo es necesario recibir sesiones de logopedia?

Son muy pocos los años que tarda en asentarse el lenguaje, por eso es necesario estar atento a como este se va desarrollando en vuestro hijo:

·   Síntomas de alarma en Educación Infantil: hacia los 3 años se establecen las bases para discriminar auditivamente y posteriormente termina de desarrollarse la pronunciación, aunque pueden aparecer dificultades con algunos sonidos. Por ello, si tiene problemas para designar colores, objetos o aprender canciones; si presenta problemas de comportamiento; si no sabe interactuar con otros niños; si tiene dificultades para comprender y expresarse; si no sabe lo que se le pide o no te mira cuando le hablas, es necesario ponerle en contacto con un especialista y empezar a trabajar con el niño. Aunque en algunas ocasiones esto se produce por inmadurez, es conveniente intervenir con un programa de estimulación.

·   Síntomas de alarma en Educación Primaria: en esta etapa, con el inicio de la lectura y la escritura pueden aparecer problemas para diferenciar letras con formas similares y sonidos parecidos, dificultades con las secuencias temporales y espaciales (desordena los acontecimientos) y en la comprensión e interpretación de los problemas matemáticos. Si esto ocurre, también es conveniente hacer una consulta.

¿Cómo se trabaja?

En primer lugar se hace una evaluación que consiste en pasar una serie de pruebas psicopedagógicas y logopédicas al niño, con la finalidad de obtener la máxima información posible y así poder decidir si es necesario intervenir o no.

Si es necesario intervenir, se elabora un programa de intervención marcando los objetivos que se quiere conseguir, la modalidad que se va a emplear, las sesiones que el niño va a recibir por semana, el material que va a emplear y el tiempo que se va a trabajar con él. Ayudándole a superar sus dificultades o dotándole de las herramientas necesarias para que el resto de sus áreas no se vean influidas.