Dentro de los usos principalmente aceptados para el Neurofeedback se manejan condiciones tales como el estrés y la ansiedad. En estos casos, casi siempre encontramos una situación de desequilibrio en el estado de excitación del cerebro, que en la mayoría de los casos se puede manejar con esta técnica.
En el caso de la depresión, tenemos un problema equivalente, solo que el estado de excitación del cerebro, va en una dirección diferente. No tenemos mucha excitación sino lo contrario, muy poca. Al final, la herramienta que usamos para controlar el estrés, es igualmente eficiente para controlar la depresión. Dentro de esta categoría incluimos la depresión unipolar, la bipolar, el síndrome premenstrual y otros padecimientos similares.
El Neurofeedback restablece el mecanismo mediante el cual el cerebro regula su estado de excitación, lo que implica que simultáneamente van a mejorar otras condiciones tales como el sueño, la atención, la energía disponible y la expresión afectiva.
Los estudios mas recientes muestran que en este caso, es posible diagnosticar la depresión mediante el mapeo de ondas cerebrales.
El Neurofeedback, una técnica no invasiva y carente de efectos secundarios, enseña y entrena a nuestros pacientes a actuar sobre sus ondas cerebrales, ajustando el estado de su mente.
Es un método muy efectivo para el tratamiento de una amplia variedad de problemas de salud, siendo una de las aplicaciones más empleadas actualmente en trastornos de atención, TDA, TDAH, problemas de aprendizaje, concentración y memoria en los niños, además en los adultos soluciona problemas de migrañas, depresiones, insomnio, etc.
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